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Remedios naturales para aliviar los cólicos en bebés: un abrazo de la naturaleza

Dicen que los bebés recién llegados aún tienen un pie en el otro mundo, ese espacio de luz y calma de donde venimos todos. Pero en esta transición a la vida en la Tierra, su cuerpecito se está adaptando, y a veces esa adaptación se siente en su pequeño vientre como una tormenta inesperada: los cólicos.

Si eres madre o padre, seguro conoces esa sensación de querer calmar su llanto y brindarle alivio, y la angustia que produce no saber qué hacer para devolverle la paz. La buena noticia es que la naturaleza, sabia y amorosa, nos ofrece herramientas suaves y efectivas para acompañar a nuestros bebés en este proceso.

 

Masaje con aceite tibio: el poder del contacto

Las manos tienen magia, y cuando las usamos con intención, pueden ser un bálsamo para el dolor. Un masaje suave en el vientre con aceite de bebé, de almendras o de coco, ligeramente tibio, ayuda a relajar el sistema digestivo y liberar el aire atrapado. Usa movimientos circulares en el sentido de las manecillas del reloj, siguiendo el ritmo de su respiración.

 

Infusión de hinojo para mamá

El hinojo ha sido utilizado por siglos para aliviar problemas digestivos. Si estás amamantando, tomar una infusión de hinojo puede transmitir sus beneficios a tu bebé a través de la leche materna.

 

El sonido sanador del Om

El sonido tiene un poder vibracional profundo. En la tradición del Yoga, se cree que el canto del Om sintoniza al cuerpo con una frecuencia de calma y sanación. Si sostienes a tu bebé contra tu pecho y entonas suavemente este sonido, sentirá la vibración y se relajará en tus brazos, como si recordara la melodía del universo.

 

Bolsa de semillas tibia sobre el vientre

El calor es un gran aliado para aliviar las tensiones. Una bolsita de semillas (como lino o arroz) ligeramente calentada y colocada sobre el abdomen del bebé –siempre probando antes que no esté demasiado caliente– ayuda a relajar los músculos y liberar el malestar.

 

Postura mágica: “la ranita”

A veces, el alivio está en una posición que permita la liberación del gas atrapado. Sostener a tu bebé sobre tu antebrazo, boca abajo, con sus piernas flexionadas como una ranita, puede ayudar a calmar su vientre. También puedes recostar al bebé boca arriba y hacerle movimientos suaves con sus piernas como si estuviera pedaleando en el aire.

 

La conexión corazón a corazón

Más allá de cualquier remedio, la conexión es la medicina más poderosa. Tu bebé siente tu energía, tu paz, tu confianza. Si tú respiras profundo y te entregas al momento con calma, esa serenidad se derrama sobre tu peque como un río de amor.

 

Los cólicos son pasajeros, pero el vínculo que construyes con tu bebé en estos momentos es eterno. Escucha su cuerpo, responde con ternura y recuerda: en cada caricia y en cada susurro, la naturaleza habla a través de ti.

 

La maternidad es un viaje intenso, pero cada día te permite conocer profundamente a ese ser que fabricaste en tu interior. Confía en tu instinto, créeme que sabrás diseñar ese ritual perfecto para calmar a tu bebé.


Si quieres un enfoque completo y personalizado para aliviar los cólicos de tu bebé de manera natural, te invito a agendar una cita y acceder a mi protocolo naturopático completo. En esta consulta, exploraremos las causas del malestar, ajustaremos la alimentación (tanto del bebé como de la mamá, si está lactando), y te guiaré en el uso de remedios naturales seguros y efectivos. Todo con un enfoque amoroso y basado en la sabiduría de la medicina natural. Reserva tu cita y acompaña a tu bebé en su bienestar desde la raíz.



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