Cómo manejar el acné adolescente con tratamientos naturales
- Tamara Aguayo
- hace 4 días
- 3 Min. de lectura
El acné es uno de los desafíos más comunes (y frustrantes) durante la adolescencia. No solo afecta la piel, también puede impactar profundamente la autoestima y el bienestar emocional. La buena noticia es que hay muchas formas naturales de acompañar este proceso y ayudar a la piel a encontrar su equilibrio.
Desde la Naturopatía, entendemos el acné no como un “problema de la piel”, sino como una expresión de desequilibrios internos: hormonales, digestivos, emocionales o relacionados con el entorno. Por eso, no se trata solo de aplicar algo sobre la piel, sino de acompañar al cuerpo en su conjunto.
A continuación, te comparto prácticas naturopáticas basadas en evidencia que pueden marcar una gran diferencia.

1. Alimentación antiinflamatoria: menos procesados, más vitalidad
Una dieta alta en azúcar, lácteos y ultraprocesados puede aumentar la inflamación y desequilibrar las hormonas, dos factores importantes en el acné. Algunos consejos útiles:
Evitar: frituras, golosinas, lácteos, bebidas azucaradas.
Priorizar: frutas, verduras de todos los colores, semillas, legumbres, alimentos fermentados (como el chucrut o el yogur de pajaritos sin azúcar).
Tip clave: el zinc, presente en semillas de calabaza, legumbres y frutos secos, ayuda a regular el sebo y favorecer la cicatrización.
2. Hidratación real: agua suficiente todos los días
Parece básico, pero no lo es: una piel sana necesita que todo el sistema esté bien hidratado. La deshidratación puede hacer que la piel produzca más grasa y se inflame con mayor facilidad. Asegúrate de tomar suficiente agua pura al día, sobre todo si hay mucho calor o actividad física.
3. Regulación hormonal y del estrés: aliados invisibles de la piel
El estrés emocional puede disparar brotes de acné, porque estimula la producción de cortisol, una hormona que afecta el equilibrio de otras, como las sexuales. Algunas prácticas útiles:
Respiración diafragmática o meditación guiada de 5 a 10 minutos diarios.
Actividad física regular y placentera (caminar, andar en bici, yoga…).
Dormir bien: la piel se regenera mientras dormimos. Buscar entre 9 y 10 horas de sueño continuo.
4. Cuidado externo suave y consciente
Menos es más. Muchas veces, la piel se irrita por el uso excesivo de productos abrasivos. Algunos cuidados externos naturales:
Limpieza suave: con jabón de glicerina vegetal o avena coloidal.
Mascarilla 1 vez a la semana: arcilla verde + infusión de manzanilla, aplicada 10-15 min.
Aceites con acción antimicrobiana: aceite esencial de árbol del té (bien diluido, 1 gota en una cucharadita de aceite base como jojoba).
Importante: Nunca reventar espinillas. Esto puede causar infecciones o cicatrices.
5. Apoyo con plantas medicinales
Algunas hierbas pueden ser grandes aliadas, desde dentro:
Bardana (Arctium lappa): depurativa hepática y de la piel. Puede tomarse en infusión o tintura.
Ortiga (Urtica dioica): rica en minerales, ayuda a reducir la inflamación y purificar la sangre.
Zarzaparrilla (Smilax spp.): tradicionalmente usada para el acné hormonal.
Recuerda siempre consultar con un profesional antes de usar plantas medicinales, especialmente en adolescentes.
6. Cuidar la exposición al sol y el uso de protectores
El sol puede mejorar temporalmente la apariencia del acné, pero en exceso puede empeorar la inflamación y causar manchas. Elegir protectores solares no comedogénicos, preferiblemente con ingredientes naturales como óxido de zinc.
El acné adolescente no es solo una “etapa que hay que aguantar”. Es una señal del cuerpo que puede ser atendida con respeto y cuidado integral. La combinación de una alimentación equilibrada, manejo del estrés, cuidados externos suaves y apoyo con plantas medicinales puede marcar una gran diferencia en la salud de la piel… y también en la confianza con la que cada joven habita su cuerpo.
Si tú o alguien en tu familia está lidiando con el acné, recuerda que no están solos, y que hay formas naturales y amables de acompañar este camino.
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